El Buey o Filete Wellington es una forma de preparar el solomillo de buey cubierto o untado con paté y una duxelle (chalotas y champiñones sofritos en mantequilla), envuelto luego en jamón o panceta ahumada, hojaldre y horneado.
El origen del nombre no está claro. Hay teorías que sugieren que alude a Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, pero son suposiciones, no está probado histórica ni documentalmente. Por otro lado la primera receta registrada que lleva este nombre apareció en un libro de cocina de 1996. Otras versiones simplemente atribuyen el nombre a un cocinero patriótico que, durante las Guerras Napoleonicas, habría querido dar un nombre inglés a la variante local del filet de boeuf en croûte francés que pre-existia. Otra teoría más es que el plato no habría sido llamado por el duque en sí, sino más bien porque su acabado tenía cierto parecido con las botas militares marrones brillantes que recibieron el nombre de botas Wellington...
Pero sean o no ciertas estas elucubraciones lo cierto es que el termino "Wellington" se aplica a muchos otros platos en los que la vianda, sea carne o pescado, se cuece en el interior de un hojaldre. Las variantes más comunes son el solomillo de cerdo Wellington, la salchicha Wellington, el cordero Wellington y el salmón Wellington.
Ingredientes
- un solomillo de buey o ternera de unos 800 grs
- 250 grs de champiñones
- 70 grs de mantequilla
- 2-3 chalotas (en su defecto una cebolla pequeña y un diente de ajo)
- mostaza de Dijon
- 1 lata de paté o mouse de foie sencilla... no hace falta que sea un foie caro
- 2 hojaldres rectangulares
- 8 láminas de panceta o bacon ahumado cortado fino o 8 lonchas de jamon iberico
- ¼ cup de brandy (60 ml)
- ½ cup de crème fraîche o crema de leche 35%, la primera aguanta mejor la cocción
- sal, pimienta y jengibre
- 2-3 huevos batidos para pintar el hojaldre por dentro y por fuera
Procedimiento
- Mezclamos sal, pimienta y ralladura de jengibre o jengibre en polvo. Espolvoreamos el filete y lo doramos en poco aceite y fuego fuerte para cerrar el poro. Reservamos.
- En la misma sartén donde hemos sellado la carne y aprovechando los jugos sofreímos —en la mantequilla— las chalotas picadas a fina brunoise. Cuando empiezan a transparentar se añaden los champiñones también picados. Personalmente pico las chalotas o cebollas en su caso, y los champiñones, en la TMX. En este caso preparamos una duxelle o duxelles que después pasaremos por el minipimer así que el tipo de corte no importa demasiado siempre que sea pequeño. Cuando los champiñones ya han soltado agua y ha empezado a reabsorberse añadimos el brandy, dejamos que evapore un poco el alcohol y a continuación añadimos la créme fraîche. Lo dejamos cocer unos minutos para que vaya espesando. Ha de quedar espeso, porque el objetivo es triturarlo y conseguir una pasta con la que sea posible untar el solomillo.
- Pasamos la duxelle por minipimer. Reservamos
- Sobre un papel de horno disponemos las lonchas de panceta o de jamón, encima de ellas pintamos con mostaza, y encima de la mostaza disponemos una capa de duxelle con ayuda de una lengua o espátula de silicona.
- El solomillo ya enfriado lo untamos con el paté.
- Trasladamos el solomillo untado encima del lecho de duxelle-panceta/jamon, y envolvemos el solomillo con la ayuda del papel de horno. Lo enfriamos en nevera durante 2 horas o en congelador durante 30 minutos. El objetivo de enfriarlo es para que le cueste más cocerse en su interior y le dé tiempo al hojaldre a completar su cocción que siempre es de al menos 30 min... a 180-190º. A más temperatura lo haríamos antes pero entonces la carne no estaría en su punto, sino demasiado cruda.
- Una vez enfriado retiramos el papel y situamos el solomillo encima de una plancha rectangular de hojaldre que hemos pintado con huevo (no solo pintaremos el exterior sino también el interior del hojaldre)
- Una vez sellado y cerrado el hojaldre, podemos decorarlo, o no, con recortes o tiras de hojaldre, lo pintamos por fuera y horneamos a 190º, ventilador, durante 30 min.