Una vez nos quedó uno de estos cakes medio olvidado en un rincón de la despensa y –más de un mes después de salir del horno–, cortado con la maquina de los fiambres en rebanadas finas, estaba delicioso, como si de unos carquinyolis se tratara... imaginad la aventura de aquellos plum-cakes que llevaban en los barcos ingleses y que con la humedad del mar, envueltos en paño, duraban meses y meses...
Ingredientes
100 grs de nueces troceadas
100 grs de orejones (albaricoque seco) troceados
100 grs de arandanos secos
100 grs de pasas sultanas
1 cup de harina reposteria (140 grs)
½ cup de azúcar (100 grs)
½ cup de mantequilla (120 grs)
2 huevos
3 tbsp de levadura Royal
1 tbsp de miel
1 tbsp de caramelo liquido
Brandy, Pedro Ximenez
Procedimiento
- Dejar en remojo una noche toda la fruta en un bol con ⅓ de agua, ⅓ de Pedro Ximenez y ⅓ de Brandy.
- Tamizar la harina con la levadura en un bol
- Batir con varillas eléctricas el azúcar y la mantequilla, cuando esté cremoso añadir los huevos y seguir batiendo...
- Añadir la harina tamizada poco a poco...
- Una vez integrada la harina, dejamos las varillas y, a mano, con espátula, añadimos la fruta escurrida (1), la miel, el caramelo líquido y una o dos tbsp del líquido de remojo si vemos que es demasiado espeso.
- Hornear en un molde de plumcake (2) rectangular durante una hora a 160º, con ventilador.
(1) Dicen que si la fruta escurrida la rebozamos con harina antes de incorporarla a la masa, no se hunde "tanto"
al hornear, y el resultado es una distribucion más uniforme de la fruta en el interior del cake.... yo lo probé un par de veces pero no vi la diferencia... podeis probarlo que no altera la receta.
(2) Las tortas o budines de frutas, con fruta seca rehidratada con licores varios etc, es una tradición de la pastelería inglesa. El más conocido es el plum-cake que usa ciruelas secas y otras frutas confitadas, es tradicional la forma del molde, como de pan ingles... rectangular. Quizás se hizo asi por que se aprovechaban los moldes del pan. Es curioso como el pan así presentado no es típico del resto de la Europa continental. Para entender ciertos orígenes de todo ello nos hemos de fijar en la preocupación ancestral de los Británicos, –un pueblo insular y marino por excelencia–, en la conservación de alimentos por un lado por que su clima era poco propicio a la fruta fresca que era un bien escaso y por otro para poder embarcar alimentos en su Armada. Este hecho está en la base de muchas de sus costumbres culinarias: las cookies saladas, las raciones de la Royal Navy en forma de galleta salada que duraba meses, la carne salada, el bacalao en salazón, los encurtidos vegetales y los chutneys de frutas, la fruta seca o confitada y los plum-cakes que llegaron a dar la vuelta al mundo etc... En la zona mediterránea, por el clima, la abundancia de fruta todo el año y la cercanía de las singladuras nunca hicieron tan necesaria la conservación de alimentos y lo que nuestra Armada hizo en la aventura americana fue copiar lo que los británicos hacia siglos que practicaban.